Recuerdo que hace ya bastante tiempo, Esther me propuso leer este libro y, sinceramente, que haya un mundo plano, sostenido por cuatro elefantes de pie en el lomo de una tortuga gigante que nada por el espacio, me parecía una (perdonen) pérdida de tiempo.
Debo decir que suelo trabajar mejor bajo presión, así que decidí leerlo, a mi escarpado ritmo, pero me propuse terminarlo.
Una vez cumplida la tarea, debo admitir que mi opinión cambió de manera abismal.
Cada uno de los personajes de este libro tiene su esencia, cobran vida por mérito propio.
Rincewind y Dosflores no pueden ser más diferentes y, sin embargo, tienen algo en común: Magia.
La Magia que atrajo a Dosflores al Mundodisco y la Magia que mantiene a Rincewind en un tira y afloja constante con la misma Muerte.
Me es casi imposible describirme como una fan de Rincewind porque sé que no le haría justicia en lo absoluto, pero sí admiro su capacidad para conectarse con todo lo malo y resignarse, como pensando que lo peor no puede ser peor que lo que está pasando en ese mismo instante.
Tiene rasgos de un antihéroe completo, pero también está curtido por los años que se ha pasado haciendo nada.
Es tan difícil no quererlo que por antonomasia se transforma en el pilar para entender los sucesos de esta historia, que claro, se ve suavizada por la ingenuidad de la mente maravillada de Dosflores.
Sus conversaciones son tan algo, que es maravilloso no poder expresarlo. Simplemente es, y eso hace que todo lo que los rodea sea bueno.
En general, la narrativa es magnífica, como invitando al lector a que intente predecir lo que ocurrirá en las siguientes páginas, pero riéndose al final porque en el Mundodisco nada sucede con la lógica de alguien como ustedes o yo.
El Color de la Magia está impregnado en cada letra que compone este libro. No hay metáforas calculadas, solo una sátira personal a lo que compone la vida; la gente y sus costumbres, las preguntas que no hacemos, y le da una pincelada majestuosa a la respuesta a la Gran Pregunta.
Leer esta clase de libros demanda tiempo, para concentrarse en su arte, así que os deseo suerte si se enganchan al Mundodisco porque tienen MUCHOS libros por admirar a futuro.
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