Hace unos cuantos días tuve la fortuna de ir al Avant Premiere de la adaptación Cinematográfica del libro Bajo La Misma Estrella, cuyo autor es tan conocido entre los adolescentes como la mismísima J. K. Rowling en mis tiempos.
Cuando hube llegado, noté que el 98% de los asistentes eran mujeres, cuyas edades oscilaban entre los 13 y 23 años; de ese porcentaje de señoritas, más de la mitad había leído el libro antes.
Pero a qué viene toda esta tanda numérica, pues he notado que últimamente los trabajos cinematográficos tienen en muy alta estima a los bestsellers para comprar sus derechos y hacer más dinero.
Los lectores somos los seguidores fieles y devotos de los trabajos de tal o cual autor, y, al descubrir que llevarán la historia que tanto apreciamos a la pantalla grande, nos emocionamos como chiquillos y buscamos la forma de alargar nuestros ingresos para que sean suficientes hasta el estreno de la película.
Nuestro deber no culmina con la lectura del libro, sino que necesitamos ver que todo lo que estará (sobrará y faltará) en la adaptación.
La industria cinematográfica ofrece posibilidades infinitas de éxito o fracaso de la franquicia hasta que es presentada en las salas de cine y tiene su primera semana en cartelera y usualmente somos los lectores quienes dan el ingreso de esa semana a la película. De ahí que haya hecho la estadística al inicio de esta entrada.
Pero el problema surge cuando la adaptación es mal estructurada.
Para el lector no hay nada peor que observar la supresión de uno de sus personajes favoritos del libro, tomemos el caso del famoso Peeves, aquel poltergeist imposible de odiar que vaga por Hogwarts. Nadie que no haya leído los libros sabrá nunca de su existencia. Y eso entristece (y frustra) al lector.
Muchas situaciones cambian con la ausencia de un personaje o una escena en particular, sin embargo, y como buen lector, nos debe interesar una sola cosa: Si el sentido de la historia aún sigue ahí.
Sucedió con Harry Potter, sucede con Bajo la Misma Estrella y espero que suceda con muchos otros libros cuya historia será llevada a la pantalla grande. Aunque para otros títulos no haya sido así.
El cine es arte, al igual que la Literatura y aquel que tiene la dicha de disfrutar de ambos mundos debe sentirse afortunado, porque puede elegir qué recordar y cómo hacerlo.
Y si el cine puede conseguir que uno o más jóvenes se acerquen al universo de la lectura, pues bienvenido sea.
Por tu parte, lector, que conociste la historia desde antes, sabes que es diferente. Pero está en ti si decides amar o no su adaptación cinematográfica, no juzgues ni critiques a quienes no lo leyeron antes, porque lo harán en el futuro, y eso es lo único que importa.
Y es ahí cuando me cuestiono ¿Qué sabe el lector medio sobre cinematografía?
ResponderEliminarPoco o casi nada.
ResponderEliminarLa curiosidad de unos les lleva a averiguar cosas muy elementales, pero no es como si fuese una clase de conocimiento generalizado.
Esta entrada no la había visto, pero cuan cargada de razón está.
ResponderEliminarVoy a poner dos ejemplo desde mi punto de vista.
HP1 - HP5 son películas que si bien nos quitaron cosas que para nosotros son importantes, quizá para el cine no lo sean y la historia no se vio afectada por eso. Subieron quitar pasajes sin afectar la idea principal y darnos los finales que de una u otra forma queríamos o sabía que podían llegar a suceder.
Pero acá es donde aparece HP6 a darnos una bofetada elegante. HP6 giraba (en los libros) al rededor del pasado de Voldemort. Rowling nos enseñó los motivos por los que Tom no podía amar, vimos como es que su madre se dejó morir sin importarle en lo más mínimo el futuro de su hijo. En definitiva, supimos que Voldemort era lo que era porque lo concibieron sin amor.
Son esos los detalles que molestan, es aquello lo que te hace odiar al director y al guionista cuando vimos una adaptación de HP6 en donde todo gira al rededor de nada. ¿Alguien podría decir a ciencia cierta el centro argumental de la sexta película sin temor a equivocarse? Yo pienso que no, o al menos pocos se atreverían a decirlo.
Luego de ese desastre y asco de película llegamos a HP7 que se ve obligada a arrastrar los horrores de HP6 y que agregó más horrores.
Vimos un final, en los libros, en donde luego de aquella triste y dolorosa batalla el amor triunfa por sobre los prejuicios. Pero, quizá, el final que Rowling nos quizo mostrar con los cuerpos inertes de Tom y Bellatrix era que al final todos tenemos el mismo destino; que todos moriremos y lo único que cambiara será las personas que nos aman. ¿Qué obtuvimos en su lugar? Muertes que engrandecieron a Voldemort y Bellatrix, muertes que nos mostraron que inclusive en la muerte las personas son diferentes. No pongo nada sobre la varita de Sauco o escribiré mil párrafos más.
El segundo ejemplo: Cazadores de Sombras. Buenos libros escritos por Cassandra, la peor película de los últimos 100 años (?) xD Para más referencia ver la película luego de leer el libro o.ó xDD